jueves, 15 de mayo de 2008

"A pendejo, pendejo y medio"

Nuestro país está caracterizado, entre otras cosas, por la falta de ética de sus autoridades y de su gente. Muchos de los casos de éxito que escuchamos de los peruanos se deben en parte a la viveza y a la maña que usan estos para triunfar. Lo malo es que desde el punto de vista de la ética, la viveza criolla no es una aptitud adecuada para vivir en sociedad. La Ética critica todo acto que vaya en contra de los valores morales o de lo moral. Este rechazo se entiende porque la viveza criolla, que tiene como base de actuar en busca de un beneficio individual sin pensar en el daño que ocasiona a los demás, esto produce que las personas actúe de forma egoísta y ambiciosa.
En el Perú se vive un ambiente donde prima la ley del más vivo, donde el "tombo" vale un "sencillito" y te compras a un juez por 400 soles y una bolsita de chifles arequipeños. Los peruano nos hemos visto en la necesidad de generar nuevas normas parar subsitir en esta caotica sociedad. Desde un punto de vista externo parece ilogico que los mismo habitantes que crearon leyes para armonizar su día a día generen un estilo de vida basado en el imcuplimiento de estas, y peor aún, se vea sociablemente aceptado y tomen como ejemplos a seguir a quienes demuestren mejor mañana para alcanzar sus objetivos haciendo trabajar a los demas por ellos.

Perú es un país donde importa el yo por sobre todos los demás y que despues de mi estoy yo otra vez, aquí se vive, día a día, una carrera donde el fin justifica los medios y la meta es llegar a ser el más "pendejo".
Entonces se puede decir que la relación que existe ente la Ética y la viveza criolla es inversamente proporcional. Ya que mientras más se incurra en esta, más se estará alejando del modelo de lo que es correcto según la Ética, ósea de los valores morales y la búsqueda del bien común.

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